Tentación

Y te veo asomada en el lugar menos pensado del patio vecino,

agazapada y embutida entre las pocas hojas verdes

que juegan a cubrirte.

Pero el otoño te ha traicionado

y te ha despojado de ese manto.

Te he sorprendido.

Te imagino dulce y jugosa,

entera y sin heridas ajenas.

Con la tersura de tu piel resbalando por mi boca

y apretándola con mis dientes hasta abrirla,

dejando salir el dulzor y la frescura de ese sabor.

Me tiento a pellizcar siquiera una,

pero no eres de mi territorio.

¿Y?

Nadie alcanzará a verme si cojo siquiera una,

porque no dos, cinco,

porque no tu ramo entero.

Me tiento y no aguanto ya caer en pecado,

robar y esconder,

comer de lo ajeno.

Todo será justificado cuando mi boca te placee,

te pruebe y te apruebe,

en cada una,

una a una.

Caeré en la tentación

y se que no me arrepentiré.