Caída
una suma de estrepitosas llamaradas
sobre el espejismo de un sueño sin fondo.
Así cayeron,
una a una,
las estrellas que conformaban el último cielo sobreviviente
Una a una,
destello tras destello,
se suicidaron en un rito de alegrìa y espanto.
Lanzaron en vilo la cordura y la poesìa,
la ciencia y brujería
y cayeron vivas,encendidas,
sin medir la fórmula ni la lógica
que les diera la astronomía.
Escandalosamente absurdas,
dejaron su caída libre al libertinaje de lo impensado.
Atronadoramente bulliciosas,
se dejaron escuchar en medio de la noche,
cuando el silencio tiene la única oportunidad de ser escuchado.
Que haré ahora con las utopías,
con el significado de las poesías.
Que haré con la fuerza que se enreda en mis ideas
y con el alimento del corazón que tengo en la bodega.
Perversas y egoístas estrellas
que llevaban las últimas oportunidades
de la sobrevivencia...
se han estrellado en una locura colectiva
no se porqué extraña e inentendible razón.
No la sabré quizás, jamás.
Pero de lo que sí estoy segura,
es que en el momento de la caída,
fue cuando más clara,
más abierta y vívida,
fue la explicación de porqué ...
de porqué era que ustedes vivían.