Hasta donde llega tu garganta plateada

que estanca los ruidos despavoridos

para azotarlos en medio de la noche en que todo se escucha.

A que hora sueltas tu inmundicia apestosa

que aspiro hasta mi estómago

y nauseabunda se pasea por mis intestinos hasta lograr el asco.

Escupe tu diesel refinado en estudiado tratamiento

y verificado por un estricto control ambiental

(ya....)

y como siempre que a los bolsillos

de al mismo de siempre

no le importe el costo de su pestilente

desperdicio.

Azota con tu calavérica especie

el vacio de la nada desde tu nada

y haz crujir el oxigeno,

el aire,

la transparencia,

el vuelo,

el respiro,

desde tu brillante y apoteósica altura.

Aun asì no te temeré,

aún así,

seguirè.

Caballos urbanos

Mamá, donde es que están los pastos verdes y profundos que me contabas en los cuentos al dormirme?

Come hijo, come de esta yerba que es buena para aliviar el hambre.

Mamá, donde está la pradera que imagino en mi memoria de ancestros, aquella en que podría correr y correr pisando lo infinito.

Atento hijo, que tendremos que correr hasta donde el cordel nos alcance si es que alguien a pedradas nos aflige.

Mamá, donde está al arroyo que saciará nuestra sed.

Calla hijo, que si te portas bien el amo podrá premiarnos de agua fresca del grifo de la calle.

Mamá, ¿Porqué?

Hijo. Mi amoroso hijo

esta noche te contaré un cuento de praderas...

.

Juego solar

Alcanzaré el sol con mi juego

y se que responderá antes que se esconda,

tocará mi pelota en vuelo

y con la puntas de sus dedos y con tierna fragilidad

para no quemar

devolverá mi juego con una cómplice devuelta.

Sol, aún no te escondas,

toca mi juego, mi sueño,

alcanza mi lúdica ilusión infantil

y toca mi material

con tu fulgor inmaterial.

Vamos,

antes que anochezca.

Re-construcción

Luego de la enfermedad,

luego del accidente,

luego del maltrato autoreferente.

Luego del salto al vacío

y del choque con la vidriera de imágenes paganas,

luego de contar hasta las manchas del piso

y de buscar herramientas insanas,

pues

reconstruyo.

(La fotografía es de una naranja reconstruída por mi hijo en un rato de ocio)

Rojura

Ardor de color,

resplandeciente y contradictoria,

te instalas tan fragil y provocadora.

No se cuanto tiempo pueda guarecerte

de los ladrones,

de los hambrientos de la "rojura".

Por ahora no expliques la locura

de lanzar tanta pasión

desde tu brote encendido

........

de tu provocación.

Seducción

No me dejaré seducir por la ausencia

ni el estúpido arrebato de conjurar imágenes.

Apagaré con dolor y risa,

insolencia, saña y desacato ,

tu perfil pagano y falso que se crea de breves momentos,

tan breves momentos que ni dan para una pequeña historia,

ni un fragmento de tenue verdad.

Veo tus espinas diminutas y sé que están

ellas me han tanteado,

en otra vida, en otra subsitencia.

Saca tu velo y sale de contraluz,

ya te he descubierto.

....................